Alemar nació de un sueño de su fundador, quien con esfuerzo, dedicación y un fuerte espíritu, dio vida a lo que hoy es nuestra empresa. Desde el primer día, nuestra filosofía ha sido simple: trabajar con pasión, ofrecer calidad y tratar a cada cliente como parte de nuestra propia familia.

Con el tiempo, nuevas generaciones se han sumado a este proyecto, aportando innovación y frescura, pero sin perder la esencia con la que todo comenzó. Hoy, seguimos creciendo con la misma visión que nos ha guiado desde nuestros inicios.